Sigo esperando que llegue ese día


El hombre de la foto es William Peter Blatty, uno de mis escritores favoritos. Que en paz descanse.
Hace un tiempo leí un artículo afirmando que la moda para los hombres sería algo así como ubersexual, en vez de metrosexual. La tendencia se convertiría en verse varonil, casual y hasta con pancita. Recuerdo como si fuera hoy la ilusión al leer dicha nota. Desde ese entonces procuré seguir comiendo lo-que-venga, sin hacer una rutina de ejercicio físico, leyendo, mirando películas y tocando la guitarra (todo esto sentado). Varios años después de haber leído esa predicción, sigo esperando que se cumpla. La verdad es que nunca pasó eso de ponerse de moda ser varonil, que yo sepa . Reconozco que no estoy muy informado sobre el tema, pero la realidad habla por si misma. Lo que veo hoy en día veo son chicos con calzas y cejas perfiladas por un lado, y mujeres que intencionalmente parecen chabones por el otro. En los famosos, veo abundancia de tatuajes, barbas cuidadísimas y cortes de pelo que requieren mucho mantenimiento. Incluso a veces usan tintura, lo cual no me parece varonil. Me parece ridículo.
Yo sigo contracorriente con mi pancita, mi corte de pelo normal, mis cejas desalineadas y la barba dependiendo del tiempo que tuve para afeitarme o no. No es que uno ande así nomás, descuidado y con los bellos de la nariz asomándose como tentáculos maléficos, pero eso de vestirme como nena o de arreglarme en exceso no me va y no me parece que esté bien. Si bien "el hábito no hace al monje" puedo decir que lo ayuda. Lo importante para un varón es desarrollarse de acuerdo a lo que le tocó (ser varón), con actitudes y ropa acorde a su sexo. La virilidad es fundamental. La ropa ayuda además a no generar un cortocircuito en el que observa. Soy partidario de no andar disfrazado por la vida. Si soy varón, voy vestido como varón y punto.
No estoy en contra de que los varones sean prolijos. Todo lo contrario. Sin criticar tampoco a los que son un poco desprolijos. Pero como en todo, no hay que excederse. Hasta San Francisco de Sales dedica un capítulo de "Introducción a la vida devota" para hablar de la vestimenta. Cito el final de dicho capítulo:

Dice brevemente San Luis que cada uno ha de vestir según su estado, de manera que los discretos y buenos no puedan decir: «Es demasiado», ni los jóvenes: «Es demasiado poco». Y, si los jóvenes no quieren contentarse con la decencia, hay que inclinarse al parecer de los prudentes. 
El justo medio. ¡Porque queda tan mal la vanidad! En varones y mujeres, pero más en varones. Ver un tipo super acicalado es como ver un perro caminando en dos patas con lentes de sol y un habano en la boca. En las mujeres (algunas, obviamente) el problema suele ser la falta de pudor más que el exceso de arreglos y ornamentos, pero no voy a hablar de eso hoy.
P.D: Recomiendo el libro de San Francisco de Sales.

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