Es tiempo de dar fruto


La situación mundial se está perfilando hacia la persecución abierta a los cristianos. Si las condiciones actuales no cambian en Occidente, llegará el día en que no podremos profesar nuestra fe en público, se nos cerrarán puertas, nos encarcelarán y en algunos casos nos matarán. En medio de este panorama, veo aspectos positivos.

1) Seremos uno
Desde Martín Lutero en adelante, hay una impresionante división entre cristianos de diferentes denominaciones. Unos se dedican a acusar a los demás, causando mayor división. Otros intentan lograr la unidad. Fíjense que los perseguidores no andan mirando si somos católicos o protestantes. Si uno proclama que Jesús es el Señor y que sólo en Él hay salvación, será perseguido. Esta persecución del mundo hacia nosotros, en cierta forma nos une. ¿Se cumplirá así el deseó de Jesús?

20 No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí.

21 Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.

22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno

23 –yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste.

24 Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo.

25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste.

26 Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos».

(Juan 17,20-26) 

La Providencia puede utilizar las situaciones adversas para el bien de la Iglesia.
El Papa Francisco habló del ecumenismo de la sangre. Estamos unidos en la persecución. ¿Y si mejor dejamos de señalarnos con el dedo y empezamos a caminar juntos?

2) Oportunidad de ser valientes
Ya no es momento de andar con culpas. "Soy cristiano, pero...", "voy a la iglesia, pero". No. ¿Volverte tibio es para aliviar los ataques o simplemente te han enseñado mal? Sin tapujos, hay que decir la verdad.  La verdad libera. Empecemos a ser consecuentes con nuestra creencia. Tenemos que congregarnos, leer la Biblia, orar, hacer el bien, dejar las obras de la carne, dejar actuar al Espíritu Santo. ¿O acaso nos da miedo el qué dirán?

3) Recompensa en el Cielo
Dice Jesús: 

3 «Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

4 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

5 Felices los afligidos, porque serán consolados.

6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

7 Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

8 Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.

9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

10 Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

11 Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.

12 Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo;

 (Mt 5,3-12)

¿Hay alguna esperanza mayor que la del Cielo?

4) Salvación y Justicia divina
A medida que se acentúa la persecución, se acerca el día en que llegará nuestra salvación y se hará justicia.

2 Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.

3 Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.

4 El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».

5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y agregó: «Escribe que estas palabras son verdaderas y dignas de crédito.

6 ¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

7 El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.

8 Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los asesinos, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los falsos, tendrán su herencia en el estanque de azufre ardiente, que es la segunda muerte».

(Ap. 21,2-8)

¿De qué lado querés estar? 

5) Santidad
El amor hacia los enemigos y la bondad hacia los que nos odian, son siempre un medio para estar en sintonía con Dios.

43 Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo.

44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;

45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?

47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?

48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
(Mt. 5,43-48)

6) Conversiones
Creo que lo que tiene de "imparable" a simple vista toda la movida persecutoria actual nos puede hacer perder de vista lo esencial: la salvación de las almas. Aunque se apruebe la ley inicua que sea, aunque nos sigan molestando y aunque nos cuelguen en las plazas, algunas de las personas que hoy son enemigas van a convertirse por nuestro testimonio y oración. No se trata tanto de ser Agustines Lajes que viven criticando la ideología de género, el aborto, etc., sino de colaborar con Dios en la salvación de las almas. Para ser buenos cristianos y ayudar a los demás no hace falta erudición en ningún tema. Hace falta amor y oración.
¿Queremos ganar discusiones y parecer geniales o queremos la salvación de las almas, al costo que sea?

7) La confirmación de las profecías
En vez de minar nuestra fe, las pruebas son alimento para nuestra vida espiritual. Cada día que pasa, con la evidente persecución al cristianismo y a todo lo que representa, me convenzo más de que lo escrito en la Biblia y lo predicado por nuestros pastores es verdad.
El tiempo se acorta. ¿No es tiempo de que nos pongamos las pilas en serio?

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Que este tiempo difícil se transforme en oportunidad para nuestro crecimiento en la relación con Dios.







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