La verdad demoledora

Algo que me apasiona es la fuerza de la lógica en un debate. Ese momento en que los argumentos que maman su fuerza de la ideología predominante, del peso de la ley (pero no de lo lícito) y de la panza del que lo expone, se ven aplastados por un simple argumento sin falacias (esta música ayuda a comprender lo que siento cuando esto sucede https://www.youtube.com/watch?v=vr1fHKRaALU).

Enseguida pueden decirle a uno que es soberbio, que se cree dueño de la verdad o lo que fuera, pero el argumento está ahí; la lógica ya hizo su trabajo de demolición.

Si hay algo mejor que tener razón, o creer ser dueño de la verdad, es esa certeza interna de adherir a la verdad. El ser humano está creado para la Verdad, para conocer la parte necesaria aquí en la tierra y contemplarla eternamente en el Cielo. Nos han bombardeado tanto tiempo bastardeando la palabra verdad, diciéndonos que "cada cual tiene su verdad" y tratando de "fachos" a los que buscamos lo verdadero, que es liberador volver a lo esencial. Al asombro del niño que descubre algo.

Entre tantas cosas que hizo y hace Dios en mi vida, una de ellas es darme la libertad de pensar. Por medio de las enseñanzas de la Iglesia, lejos de haberme vuelto fanático y cerrado, voy aprendiendo a pensar con libertad. Como decía Chesterton "para entrar en la iglesia hay que sacarse el sombrero, no la cabeza". 

La verdad aniquila la mentira, el relativismo y el engaño. Es hora de buscarla de corazón y dejarse sorprender por ella. No somos nada, pero si adherimos a la verdad, como niños aferrados a sus padres, podemos ver algo de luz en este mundo cada vez más oscuro.